Pacientes con ansiedad
A la mayoría de la gente no le gusta ir al dentista porque se siente a merced del sillón del dentista. El tratamiento es desagradable porque pueden producirse pasos dolorosos en cualquier momento y no siempre está claro lo que ocurre en la boca. Si el miedo es tan fuerte que se evita la visita al dentista, se trata de un trastorno de ansiedad. Intentamos que tu visita al dentista sea lo más agradable posible. Es importante que nos hagas partícipes de tu ansiedad dental para que podamos reaccionar en consecuencia. Si tienes miedo a la inyección durante la anestesia, se pueden adormecer previamente las encías con un anestésico superficial para que la inyección no sea tan dolorosa. Acordaremos contigo una señal, como levantar la mano izquierda, cuando haya que interrumpir el tratamiento. Esto te permite decidir en cualquier momento cuándo necesitas una pausa, ya que tienes dificultades para articular durante el tratamiento. En algunos casos, puede ser necesario utilizar técnicas de relajación adicionales o medicación calmante, que deben administrarse consultando a tu médico de cabecera. A menudo conseguimos encontrar contigo una salida a tu ansiedad durante el tratamiento. En algunos casos, sin embargo, puede ser necesaria la terapia con un psicoterapeuta o el tratamiento bajo anestesia. ¡Supera tu miedo y pide cita! Pedir cita es el primer paso para superar el miedo.