Tratamiento del conducto radicular

¿Por qué necesito un tratamiento de conductos?

El tejido blando del diente se llama pulpa dental. Está formada por fibras nerviosas, vasos sanguíneos y linfáticos y tejido conjuntivo. Esta pulpa puede inflamarse e infectarse por bacterias. Esto puede deberse a caries profundas, grietas en el diente, un diente roto o espacios entre el diente y el empaste. Entonces el diente puede reaccionar con sensibilidad al frío y al calor o empezar a doler de repente y durante mucho tiempo. Sin embargo, las consecuencias de la inflamación también pueden pasar desapercibidas y sólo se ponen de manifiesto cuando las examina un dentista mediante una radiografía o pruebas de sensibilidad.

Si no se trata la inflamación, las bacterias pueden destruir toda la pulpa dental y penetrar sin obstáculos en el hueso maxilar. Esto puede provocar pérdida ósea, inflamación purulenta, un debilitamiento general del sistema inmunitario o enfermedades en otras partes del cuerpo.

La única forma de dejar el diente inflamado en la boca de forma permanente y segura es el tratamiento endodóntico, es decir, la endodoncia. Hoy en día, ofrece la posibilidad de conservar a largo plazo dientes que antes no se podían tratar con éxito.

¿Qué es el tratamiento de conductos?

Es una medida que puede preservar un diente enfermo e infectado bacterialmente durante muchos años. En primer lugar, se anestesia el diente que se va a tratar. Se abre el diente y se extrae el tejido pulpar. Hay que localizar y limpiar cada uno de los conductos. Es especialmente importante determinar la longitud exacta, lo que puede hacerse con una radiografía tradicional o con una medición electrométrica de la longitud. Por desgracia, esta medición electrométrica de la longitud no está cubierta por el seguro médico obligatorio, aunque es mucho más precisa que una radiografía. Los conductos se limpian mecánicamente con limas finas y se desinfectan con líquidos de enjuague. A menudo es necesario introducir un medicamento en el diente y dejarlo actuar unos días. El objetivo es matar las bacterias de los conductos. Para ello se puede utilizar el aparato láser. Al final del tratamiento, se rellenan los conductos con gutapercha y se sella el diente.

¿Qué pasará después con mi diente?

Tras el tratamiento de conductos, suele ser necesario proteger el diente con riesgo de fractura con una corona. Sin embargo, es necesario esperar un tiempo para ver si el diente deja de causar molestias.

¿Existe alguna alternativa al tratamiento endodóntico?

La única alternativa es extraer el diente. Sin embargo, la extracción del diente conlleva otros tratamientos, ya que un diente ausente puede provocar cambios en la posición de la mordida, migración dentaria y problemas estéticos.